No es falta de innovación. Es falta de foco.
En cada convocatoria de fondos, ya sea CORFO, Sercotec o programas regionales, se repite el mismo patrón: la mayoría de los proyectos no adjudican por no definir con claridad el problema que buscan resolver.
Muchos emprendedores llegan llenos de entusiasmo con una idea que suena prometedora, pero al momento de evaluar, esa idea no logra responder una pregunta fundamental:
“¿Qué problema real estás resolviendo y a quién le duele?”
💡 La confusión más común: partir por la idea
En la mayoría de los casos, los emprendedores se enamoran de su solución antes de entender el dolor del usuario.
Creen que innovar es tener una idea nueva, cuando en realidad la innovación parte desde un problema bien entendido.
El resultado: proyectos con productos o servicios que potencialmente nadie necesita.
Y aunque el equipo sea talentoso y la ejecución sólida, sin un problema validado, la postulación se cae.
🧩 Lo que buscan los evaluadores
Los evaluadores de fondos no buscan “la mejor idea”.
Buscan proyectos que demuestren:
- Que existe un problema real y validado.
- Que se entiende quién lo vive y cómo lo enfrenta hoy.
- Que la solución propuesta tiene evidencia o potencial de resolverlo mejor que lo existente.
En otras palabras: no se trata de innovación por novedad, sino de innovación con sentido.
🧠 Preguntas clave antes de postular
Antes de llenar un formulario o diseñar tu prototipo, asegúrate de responder con honestidad estas tres preguntas:
- ¿Qué problema estás resolviendo realmente?
- ¿A quién le duele ese problema?
- ¿Qué pasa si nadie lo resuelve?
Si no puedes responderlas con evidencia o ejemplos concretos, aún no tienes un proyecto, solo una idea por validar.
🚀 El verdadero paso innovador
Innovar no siempre significa crear algo nuevo; muchas veces significa entender algo mejor.
Y esa comprensión profunda del problema es lo que separa a un proyecto con potencial de uno que se diluye en la primera evaluación.
La próxima vez que tengas una idea, no empieces diseñando tu producto:
empieza conversando con las personas que viven el problema.
Ahí está el verdadero punto de partida de la innovación.
💬 En resumen
Las ideas no fallan por falta de creatividad.
Fallan porque no parten desde un problema real.
Y si algo distingue a un emprendedor enfocado, es que no se enamora de su idea: se enamora del problema que busca resolver.
